Las
asociaciones de usuarios de cannabis se han plantado ante la postura
desfavorable del Gobierno central en lo referente a su legalización.
Iker Val,
presidente de la federación vasca (Eusfac) afirmó, en respuesta a Francisco de
Asís Babín que los integrantes de las asociaciones «no son enfermos ni
delincuentes sino personas que hacen uso del cannabis de manera preventiva y se
abastecen para no tener que recurrir al mercado negro, que es consecuencia
directa de la actual política de drogas». 
Calificó
como «un gran error» el intento de algunos sectores del Estado de «criminalizar
y estigmatizar a la población usuaria que se ha organizado para hacer frente a
las consecuencias negativas de la política de drogas».
Val afirmó
que las catorce asociaciones que integran la federación están registradas
legalmente, al amparo de la ley de asociaciones del País Vasco y que «sus fines
y actividades han sido avalados por diferentes audiencias provinciales y juzgados
de lo penal».
Por lo que
respecta a las intervenciones y procesos judiciales que implican a personas
usuarias de cannabis, insistió en que casi todos los casos acaban en absolución
y aseguró que son consecuencia de la necesidad de una regulación específica
para estos casos. 
El
presidente de Eusfac se mostró de acuerdo con el imperativo de acatar la ley,
pero afirmó que también hay que adaptarla a nuevas realidades. «El cannabis va
a seguir existiendo en la sociedad, de modo que deberíamos aprender a convivir
con esta sustancia, ya está demostrado que la política de erradicación o
consumo cero no funciona».
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