
El proyecto generó una intensa discusión al
interior de un Congreso que ha aprobado en forma unánime, con la sola excepción
del ex senador Nelson Ávila, las últimas legislaciones prohibicionistas de
drogas.

Sus compañeros de partido, los diputados Mónica
Zalaquett y Gustavo Hasbún propusieron que todos los funcionarios
públicos estén obligados a realizarse exámenes antidrogas. “Soy contraria a
cualquier instancia que fomente o impulse el uso de drogas que generan
adicciones y de drogas como la marihuana, que no es la misma de hace 30 años.
No van a contar con mi voto si es que esto llega a la Cámara de Diputados. Creo
que hay que poner sobre la mesa todos los riesgos que se corren al tomar un
camino como este, sobre todo entendiendo que esta es la puerta de entrada al
consumo de drogas mayores”- sostuvo Zalaquett.

LA GUERRA FRACASADA
Desde hace más de una década, a instancias de
Estados Unidos, hay una guerra desatada contra sustancias inanimadas, como lo
son las drogas. La misma categoría de ‘droga’ incluye a sustancias diversas en
un mismo saco, sin distinguir los efectos de cada una.
A la par, según justifica el proyecto de ley, “la
criminalización de las drogas ha llevado a la generación de mercados negros, el
empoderamiento de los carteles al encontrar un sustento para financiar el
terror, la criminalización de los consumidores empujando su consumo a las
sombras y de manera desinformada y por sobre todo que el Estado se desligue de
su responsabilidad por proveer asistencia y orientación sanitaria a
consumidores”.
Rossi y Lagos Weber sostienen que los actuales
modelos han fracasado. “La matriz que sustenta la estrategia de drogas en Chile
esta doblemente fracasada al no lograr reducir el tráfico ni el consumo. Dentro
de los índices de consumo, Chile es el país que concentra los mayores
índices de ingesta en personas de hasta 14 años, duplicando prácticamente los
índices de los países que lo secundan”.
Otro fracaso de la prohibición es que las
políticas represivas se concentran en los usuarios. Estadísticas del 2011
acusan que en Chile fueron arrestadas 77.987 personas por infringir la ley de
drogas. Un 66,5% de ellos fue por porte y un 11,9% por consumo. Ambos suman
78,4% frente al 17,3% que son los detenidos por tráfico. O sea, de cada 10
infractores, ocho son consumidores.
EXPERIENCIA OTROS PAISES

La discusión en Argentina fue antes. Desde que en
agosto del 2009, la Corte Suprema de Justicia argentina declarara
inconstitucional un artículo de la ley de drogas debido a que viola la
‘autonomía personal’, el gobierno trasandino propició un intenso debate para
modificar la Ley 23.737. Hasta la fecha son 8 los proyectos de ley presentados
que apuntan a permitir el cultivo personal y la tenencia para uso personal.

UN PROYECTO INCOMPLETO
El proyecto de Rossi y Lagos Weber no es el
único. En 2009, los diputados Laura Soto y Enrique Acorssi presentaron una iniciativa para permitir la Marihuana con fines medicinales.
Claro que al costo de aumentar la pena por microtráfico de cannabis de 5 a 15
años; y la multa, hoy entre 40 a 400 unidades tributarias mensuales, a una
entre 80 a 800 UTM.

En cambio, el proyecto de Rossi y Lagos
despenaliza el cultivo no solo como una solución para enfermos, sino que
cualquier persona podría tener su matita y portar lo necesario para su consumo
moderado. El proyecto ahonda en la libertad fundamental de decidir qué
sustancias introduzco a mi cuerpo como individuo adulto con pleno poder de
ejercer mi autonomía, a la vez que proyecta una discusión cultural sobre las
drogas legales de uso más común como el alcohol, el tabaco y su sistema de
comercialización.

Leo Robles Belmar
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