Los clubes
de cannabis vascos quedaron estupefactos cuando la memoria fiscal del Tribunal
Superior de Justicia de Euskadi destacó que los consumidores encubren conductas
que favorecen el tráfico de drogas.
Juan Calparsoro (fiscal jefe del País Vasco) reconoce que se trata de un tema polémico. «Lo que he hecho en la memoria ha sido plasmar la opinión del fiscal Antidroga de Euskadi y también la de la Fiscalía Antidroga a nivel nacional. Nosotros estamos sujetos al principio de unidad de actuación.
Juan Calparsoro (fiscal jefe del País Vasco) reconoce que se trata de un tema polémico. «Lo que he hecho en la memoria ha sido plasmar la opinión del fiscal Antidroga de Euskadi y también la de la Fiscalía Antidroga a nivel nacional. Nosotros estamos sujetos al principio de unidad de actuación.
En
Euskadi, los clubes de cannabis están autorizados y si sus integrantes consumen
y plantan para ellos, no estaría prohibido. Sin embargo, lo que la Fiscalía
sostiene es que estos clubes encubren conductas de favorecimiento ilícito y que
personas que son ajenas al club van a consumir».
Calparsoro
señala que tanto en Álava como en Bizkaia y Gipuzkoa hay «bastantes» causas
abiertas por plantaciones que se entiende son «excesivas para un club». El
fiscal superior reconoce, no obstante, que se trata de un asunto muy
complicado, y «que algún día habrá que adoptar una decisión al respecto». Añade
que «la normativa es por un lado clara, pero confusa por otro. El Código Penal
castiga el favorecimiento del consumo ilegal, pero luego no existe una
normativa administrativa».
Recuerda
Juan Calpasoro que en Cataluña, por ejemplo, hay clubes que cuentan con miles
de socios y se pregunta: «¿Hasta qué punto un club de estas dimensiones es un
club de consumo compartido? En este sentido, existe también el temor de que el
consumo de cannabis pueda llevar a otras drogas, pueda ser el inicio en el
consumo de sustancias estupefacientes».
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