dissabte, 6 d’octubre del 2012

Los tests de drogas no son fiables



Este verano la Dirección General de Tráfico (DGT) ha lanzado una campaña para perseguir a las personas que conducen bajo los efectos de las drogas. El 9 de julio, el Ministerio de Interior informaba de la realización de “controles preventivos de drogas en la carretera”. Diez días después emitía una nota de prensa en la que informaba de que “uno de cada dos conductores que presentaba algún tipo de sintomatología había dado positivo”.

Conducir un vehículo bajo los efectos de un psicoactivo es una situación en la que se puede poner en riesgo a otros. Por ese motivo parece razonable poner en marcha medidas que eviten que terceras personas se vean perjudicadas por una conducta irresponsable. Pero este tipo de actuaciones deben hacerse con todas las garantías, y en el caso que nos ocupa hay algunos puntos oscuros.

En los controles de alcoholemia están claramente validados los instrumentos y técnicas que permiten determinar si una persona conduce bajo los efectos de una sustancia. Sin embargo, las páginas web del Ministerio del Interior, la DGT o el Plan Nacional sobre Drogas no facilitan información clara sobre los métodos de detección de psicoactivos, su validez, fiabilidad, tasas de falsos positivos y falsos negativos...

Existen suficientes indicios para sospechar que algunas de las pruebas utilizadas no distinguen bien entre un consumo reciente y el consumo en las 24-48 horas previas. Un recurso ante este tipo de multas puede tener bastantes posibilidades de prosperar.

También llama la atención que el foco de la información se haya centrado en algunas sustancias ilegales (cannabis, cocaína y anfetaminas), sin hacer ninguna reflexión sobre las personas que conducen bajo los efectos de benzodiacepinas, antidepresivos, antihistamínicos y otros fármacos legales que pueden afectar a la conducción. Una campaña destinada a concienciar a médicos y pacientes de este peligro probablemente sea más eficiente que transmitir ideas exageradas y alarmistas.

Porque, según cifras de la propia DGT, solo el 1,8% del total de los controles de alcoholemia que se realizaron en el último año dieron un resultado positivo, lo que contrasta con el 56% de positivos a drogas ilegales en la primera semana del mes de julio. En su comparecencia, el ministro del Interior felicitaba a la Guardia Civil por su “ojo clínico”.


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