dimarts, 2 d’octubre del 2012

Urgente debate sobre las drogas




Es necesario que los gobiernos replanteen el debate en torno de las drogas y el impacto de las políticas públicas en el ámbito de salud, seguridad y justicia, advirtió Antonio Mazzitelli, representante regional de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC). 

  Mazzitelli explicó que la solución a los problemas relacionados con las drogas debe verse desde la perspectiva de la salud, mientras que los problemas relacionados con la violencia, inseguridad y crimen organizado es necesario atenderlos desde la arista de las políticas criminales.

“No todo en la misma canasta, pues si no probablemente no dará respuesta a los derechos, salud de quien en la actualidad tiene en desespero en adicción y al desespero de los ciudadanos que se sienten seguros”, enfatizó el funcionario de la UNODC.

El consumo de drogas no tiene que ver con el tráfico de migrantes, la trata de personas y los ciudadanos que viven en situación de violencia, expresó Mazzitelli y agregó que el tráfico de drogas contribuye al fortalecimiento de organizaciones criminales.

El mercado de narcóticos más importante, Estados Unidos, parece inducir un cambio en su composición, dijo el diplomático de las Naciones Unidas. La marihuana es la droga más consumida en este país y se produce en todo el mundo. Los productos farmacéuticos comerciados lícitamente se aprovechan paralelamente a la venta de estupefacientes ilegales. Sólo el año pasado en la Unión Americana murieron alrededor de 20,000 personas por abuso de medicamentos, más que por sobredosis de drogas ilícitas.

Destacó que México es importante para la solución de la inseguridad en América Central y el Caribe, no sólo por la culpa, sino por las reformas que implementa y que podrían ser replicadas. Mazzitelli expuso que cada Estado debe elaborar sus propias reformas y ajustarlas a sus necesidades.

Destacó la reforma de justicia en materia del proceso acusatorio y enfatizó en programas como Plataforma México. Agregó que la participación de la sociedad civil para desarrollar modelos de seguridad son elementos fundamentales que aportan a la democracia centroamericana. 

Destacó que la próxima administración política en el país debe tomar en cuenta que existe una necesidad continental de trabajar en la profesionalización de la policía.

Esta profesionalización del sistema de seguridad para Mazzitelli se refiere a una policía cercana a la ciudadanía, confiable, preventiva más que represiva o reactiva. “Una presencia más atenta más creíble en el territorio es el mejor freno para las organizaciones criminales”.

Para encarar al problema de las bandas criminales y ser corresponsable con la región, el gobierno del presidente electo, Enrique Peña Nieto, debe contemplar el fortalecimiento de las instituciones, consolidar la transparencia y lucha contra la corrupción, y encarar la violencia con estrategias y políticas que pongan los derechos humanos en el centro de atención.

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