dijous, 10 de gener del 2013

La Sociedad de Estudios del Cáñamo de Aragón (SECA) se defiende ante las difamaciones y la actuación policial contra la asociación

 
En relación a la actuación policial en el local de la SECA del pasado 21 de diciembre, tras la detención y posterior puesta en libertad de nuestro presidente y dos vocales de la Junta Directiva, deseamos hacer público lo siguiente:

1. La información de la Jefatura Superior de Policía de Aragón afirma que fueron registrados dos domicilios de nuestro presidente, Alfonso de la Figuera, cuando en realidad uno era del igualmente detenido Víctor D. Tomás. y el otro el piso de alquiler que Alfonso comparte con su hermano. Tal como está redactada, se induce a pensar que nuestro presidente vive con elevado tren de vida, algo absolutamente alejado de la realidad.

2. Si lo anterior es difamatorio, la afirmación de que a la SECA se le incautaron 0’4 gramos de speed, que suponemos incautarían a algún socio presente en el local, es, cuando menos, tendenciosa, al inducir a pensar que en la SECA se trafica con sustancias sintéticas. En el domicilio de Alfonso se incautó una cantidad indeterminada de marihuana (alrededor de 200 gramos), propia de un consumo personal, fruto de la escasa cosecha para autoconsumo del año en curso y de los restos de la cosecha del año anterior, mientras que en el domicilio de Víctor se incautaron 500 euros que había extraído del banco su pareja para abonar una operación de su perra, y ni un gramo de marihuana, pese a que ambos son consumidores terapéuticos debido a fuertes migrañas.

3. La actuación policial fue desmedida, entrando primero de forma violenta tres individuos encapuchados sin identificar. Al ir a ser interceptado el primero de ellos por Alfonso, próximo a la entrada en ese momento, éste fue reducido violentamente contra la pared antes de la entrada de la secretaria judicial y la exhibición de la orden de registro.

4. La actuación policial, basada en una denuncia interpuesta por una socia expulsada de la asociación en Asamblea celebrada el pasado 21 de octubre, entre aplausos de la mayoría de asistentes, fue un atentado a las libertades de reunión, asociación y conciencia, y contra el derecho a la intimidad de nuestros socios, máxime cuando se nos incautó todo el material informático y abundante documentación en soporte papel, hecho que dificulta notablemente la administración de la asociación, más cuando, como es normal, a primeros de 2013 se pretende celebrar la Asamblea General Ordinaria.

Fue igualmente un atentado a la libertad de expresión, dado que se produjo media hora antes del inicio previsto para la “Fiesta del Fin del Mundo” de la asociación, que había sido anunciada exclusivamente en internet apenas una semana antes y de cuya celebración debía estar informada la policía, dado que llevaban tiempo de seguimiento de nuestras actividades, seguimiento del que sin duda no estarían excluidas nuestras publicaciones en la red.

5. La SECA es una asociación legal de ciudadanos, fundada en 1996 e inscrita en el Registro de Asociaciones de la DGA en el año 1997, cuyos estatutos fueron debidamente actualizados en 2004 como consecuencia de la nueva ley de asociaciones de 2002, más restrictiva que la ley preconstitucional de 1967. Su objetivo es la normalización del cáñamo para un cultivo regulado y una distribución que respeten las necesidades y derechos de los ciudadanos. Desde su origen, ha organizado docenas de coloquios, conferencias, concentraciones y manifestaciones, participado en actos públicos como la cincomarzada, publicado miles de hojas informativas gratuitas y boletines informativos, cientos de cd’s reivindicativos, ha asesorado a centenares de ciudadanos con problemas médicos, administrativos o penales originados por el consumo de cannabis y participado en programas de radio y televisión, aparte de conceder entrevistas a prensa sin condiciones ni prejuicios.

En 1999 tuvimos conocimiento del estudio realizado en el Instituto de Criminología Andaluz por los profesores Susana Soto (q.e.p.d.) y Juan Muñoz, bajo la dirección del catedrático aragonés de Derecho Penal en la Facultad de Málaga, José Luis Díez-Ripollés, encargado por el Gobierno de la Comunidad Andaluza, en relación con una posible distribución legal de cannabis en España en dos aspectos: los enfermos y los consumidores lúdicos.

En relación a lo primero, concluía que solo dependía de la voluntad del Estado, dado que el Tratado internacional sobre Drogas contempla la posibilidad de alternativas (véase el ejemplo de Holanda, también firmante). En cuanto a los usos recreativos, se llegaba a la conclusión de que, en base a la jurisprudencia del Tribunal Supremo, la distribución entre socios de pequeñas cantidades (dosis de consumo inmediato) en el local privado de una asociación por un responsable de la misma, a un precio no tan bajo como para incentivar su consumo ni facilitar la transmisión lucrativa a terceros, ni tan caro como para que se pueda obtener un beneficio significativo, no sería constitutiva de delito
En 2002 organizamos conjuntamente con Chobenalla Aragonesista y el Colectibo Unibersidá, unas jornadas informativas con el título Legalizazión 2002, una de cuyas actividades fue un debate moderado por el actual catedrático de Derecho Penal de la Facultad de Derecho de Zaragoza, Miguel Ángel Boldova Pasamar, con la presencia de representantes de todas la fuerzas políticas presentes en las instituciones aragonesas, salvo el PSOE, en cuyo lugar vino una representante de las Juventudes Socialistas. En ese coloquio, expusimos nuestra propuesta de modificación de los artículos 25.1 de la L.O.1/92 de Seguridad Ciudana, y del 368 del C.P., para que terminasen los cacheos abusivos a ciudadanos y ciudadanas sospechosas de portar cualquier cantidad de sustancias prohibidas y se siga multando el consumo público, y para que cesen las incautaciones de cultivos para consumo personal, pero persiguiendo el cultivo para tráfico indiscriminado.

La SECA presentó en las Cortes de Aragón en 2005, a través de CHA y tras el inicio del experimento catalán con Sativex (cuyas conclusiones aún no han sido hecho públicas y donde se han multiplicado los clubs de consumidores hasta superar los 150), una propuesta para el cultivo de cannabis por medio de los organismos correspondientes de la DGA, existentes o por crear, y su distribución a los pacientes necesitados a través del Salud, así como que autorizase a los médicos a prescribir cannabis en el caso de dolencias para las que su uso está reconocido por la Asociación Internacional del Cannabis como Medicamento y pacíentes con los que no actúen positivamente los medicamentos actualmente en uso o cuyas consecuencias secundarias se hagan insoportables. Dicha propuesta fue rechazada por todos los demás grupos y sustituida por un nuevo brindis al sol como el que, en una proposición no de ley aprobada por todos los grupos en 2001, instaba al Gobierno Central a avanzar en los usos terapéuticos del cannabis. En diciembre de ese mismo año, comparecíamos ante la Comisión de Peticiones y Derechos Humanos de las Cortes de Aragón, para exponer la situación de los consumidores y la realidad del cannabis y reclamar avances en la legislación.

Ante el cúmulo de llamadas telefónicas de pacientes necesitados de conseguir marihuana, en julio de 2005, sin apenas dinero, montamos el local de López Allué en el que hemos realizado nuestras actividades durante 6 años. Al principio, éramos cuatro gatos y apenas llegaba para cubrir gastos. Poco a poco aumentó el número de socios, hasta que tuvimos que empezar a buscar un nuevo local.
Entretanto, sufrimos dos intervenciones policiales. De la primera de ellas, Alfonso salió absuelto, dado que el tamaño del local era suficientemente reducido para un consumo íntimo y no multitudinario, según afirma la sentencia.

La segunda sentencia absolutoria de un Tribunal de lo Penal fue emitida con el tiempo justo para que el nuevo Fiscal General Antidroga, nombrado tras el cambio de Gobierno, pudiese ordenar el recurso ante la Audiencia Provincial. Sin pruebas ni testimonios nuevos, el juez le dio la vuelta a los argumentos y decidió que el local era demasiado pequeño como para que nuestros socios se pudiesen quedar a consumir sustancia alguna. Esta sentencia está recurrida ante el Tribunal Constitucional.

Merced a la vieja amistad que unía a los antiguos arrendatarios del actual local con Alfonso y la tremenda crisis del sector hostelero de la noche (si no se puede fumar ni tabaco en locales de rock a los que sólo acceden mayores de edad…), pudimos hacernos a bajo coste con lo que hasta septiembre del 2011 fue sala de actuaciones, suficientemente amplio y equipado para hacer en él nuestras Asambleas (normalmente asiste alrededor del 10% de los socios activos, unos 600 en la actualidad), charlas, proyecciones y actuaciones (limitadas a socios e invitados, sin pagar entrada ni plus en la bebida y sin pagar a los artistas, que lo hacen por solidaridad), y adecuado para el consumo de cannabis.

6. La actual ley del Tabaco prohibe el consumo en lugares de trabajo. La SECA es una asociación muchos de cuyos socios, en virtud de su autonomía bioética (que determina que a un ser humano no se le puede aplicar un tratamiento terapéutico contra su voluntad), reconocida en tratados internacionales, elegimos la fumación como método de consumo de determinadas plantas que la naturaleza pone a nuestra disposición y consideramos útiles para nuestra salud psicofísica. Por ello, si hiciéramos contrato laboral a los socios de confianza que sirven las consumiciones y a los miembros de la Junta Directiva que, arriesgando su libertad, dedican horas al control de acceso y la distribución de cannabis a los demás socios, con la responsabilidad que ello conlleva, no se podría fumar en el local. Por todo, como se hace en otras asociaciones, se establece un sistema de remuneración proporcional al valor de lo servido.Si no lo hiciéramos así, no podríamos llevar a cabo una labor social que evita que gente de avanzada edad y/o graves problemas médicos deba acudir a lóbregos ambientes del mercado negro, donde serían fácil presa de traficantes sin escrúpulos y otras alimañas.

Recientemente, el Fiscal Jefe Antidroga afirmó que sólo el Estado puede regular los clubs de consumidores de cannabis, mientras los tribunales emiten sentencias contradictorias que aumentan la inseguridad jurídica entre activistas, consumidores y cultivadores. Si se deciden a regularlos, estamos dispuestos a colaborar. Obviamente, tenemos experiencia después de 7 años de actividades ALEGALES para asesorarles lo necesario.

Si los clubs de consumidores se regulasen adecuadamente, nuestros socios encargados de atender nuestros servicios tendrían derecho a baja, seguridad social, jubilación, paro… Claro que en estos tiempos de recortes en sanidad, educación, derechos laborales, justicia, etc., qué vamos a esperar de unos políticos que, desde 1978, no han hecho nada por modificar la Ley de Indultos de 1870 ni la de Hipotecas de 1909, en un Estado donde, según las circunstancias, se siguen aplicando leyes franquistas como la de Peligrosidad Social y la de Vagos y Maleantes, y a los aspirantes a policía se les enseña, no que la policía está para defender los derechos de los ciudadanos y la ley, sino para imponer la autoridad y el orden (a pesar de las decenas, por no decir centenares, de miembros de las Fuerzas. de Seguridad del Estado implicados en delitos relacionados con el tráfico de drogas).

Mientras, en los Estados americanos de Colorado y Washington han sido aprobados sendos referéndums para la legalización de los usos lúdicos del cannabis. En la reciente Cumbre de las Américas estuvo a punto de entrar en agenda la legalización de las drogas. En países tan distantes en todos los aspectos como Checoslovaquia y Uruguay se está avanzando en la legalización. En Holanda han echado marcha atrás en el cierre de los coffee-shops a los ciudadanos extranjeros. Incluso Obama ha dicho que no es una prioridad la persecución de la marihuana, a pesar de que la Junta de Fiscalización de Estupefacientes de la ONU le haya llamado la atención por los resultados de los referéndums.

En 2008 expiró el Tratado Internacional de Viena sobre Drogas de 1988, que debería haber conseguido la erradicación de todo cultivo ilícito de opio, hoja de coca o cannabis. Incluso el informe Reuters de la propia ONU reconocía el fracaso de la Guerra contra las Drogas, que, a pesar de ver continuamente incrementados los recursos humanos y materiales disponibles, no ha podido impedir el continuo incremento de las superficies de cultivo y del número de ciudadanos consumidores. Más bien los ha retroalimentado.

El cáñamo es una planta empleada por la Humanidad desde hace más de 10.000 años que fue eliminada en beneficio de las petroquímicas. Su recuperación podría ser fundamental para una economía más democrática y sostenible y para detener, e incluso revertir, el deterioro ecológico global. Pese a que la labor de los medios de desinformación de masas a lo largo de los últimos 120 años ha sido muy notable, tarde o temprano la realidad se impone (que se lo digan a los imputados en Filesas, Gúrteles, caso Palau, Díaz-Ferranes y demás cachulis).

Fue fundamental para la economía aragonesa durante prácticamente la totalidad del segundo milenio, hasta el punto que durante siglos Calatayud fue la única delegación de la Marina en el interior, por la necesidad del cáñamo aragonés para la fabricación de velas y maromas. El cañamón es el alimento más rico en ácidos grasos linoléico y linolénico, que ahora nos venden como omega-3 y omega-6 incorporados a productos comerciales. Sin cañamones, los canarios no cantan. Una hectárea de cáñamo produce tanto papel como cuatro de bosque, siendo hasta cuatro veces más reciclable. Tras un proceso de lignificación, podría sustituir al petróleo (Ford diseñó en 1937 un coche construido a base de derivados del cáñamo en casi la totalidad de sus piezas, salvo los tubulares del chasis, experiencia repetida a principios del presente siglo en la Universidad de Gales del Sur). El cáñamo es como el cerdo, pero en vegetal: se aprovecha todo, y para todo.
Hay más de 300 clubs de consumidores de cannabis en toda España (y creciendo) con gente adulta, responsable y pacífica reclamando su derecho a consumir una planta que ha sido alabada desde tiempos de los Vedas (V Milenio a.C.) y recomendada para múltiples enfermedades en la mayoría de tratados médicos de la historia (Pen T’sao, Paracelso, Dioscórides, Galeno, Hipócrates, Avicena…). Dichos consumidores de cannabis no son sino ciudadanos que reclaman igualmente sus derechos de asociación, reuníón, información y salud.

No atentamos contra la salud pública. Reclamamos nuestro derecho privado a la salud. Si pretenden meter en la cárcel a todos los activistas, van a tener que construir más prisiones y no es adecuado en época de recortes. Y por cada activista que detengan saldrán diez nuevos activistas dispuestos a mantener en alto la bandera de la libertad de conciencia, por mucho que los prohibicionistas sigan pretendiendo mantenernos atados a sus dogmas.

Y es que es sólo cáñamo, maños.

Zaragoza, 3 de enero de 2013.

LA JUNTA DIRECTIVA DE LA S.E.C.A.

Sociedad de Estudios del Cáñamo de Aragón (SECA)
Tfnos. 976 08 79 78 – 687 804 185
web: http://www.secaragon.org/
blog: http://secaragon.blogspot.com/
C/La Paz, 23 – local dcho.
50.008-Zaragoza

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