dimarts, 5 de febrer del 2013

Cannabis y Asma



A pesar de que fumar cualquier sustancia, de entrada, parece ser un tratamiento para el asma sumamente contraproducente, existe la creencia generalizada de que fumar cannabis puede aliviar los síntomas de esta enfermedad común que, con frecuencia, produce una gran debilidad. En efecto, el cannabis no es la única medicina tradicional que se puede administrar a través del método de fumar –otro ejemplo es la Black Cohosh (A. racemosa) o hierba cimicífuga que se fuma ocasionalmente para aliviar los síntomas asmáticos.



El efecto broncodilatador del cannabis


Aunque no se ha investigado sobre el tema de una forma exhaustiva, los estudios que datan de la década de los 70 determinaron que el THC tiene un efecto broncodilatador. Este efecto se consigue a través de diferentes métodos de ingestión, como por ejemplo, la aplicación sublingual y el consumo de “comestibles medicinales”; no obstante parece que fumar cannabis produce los resultados más efectivos de inmediato.


Sin embargo, otras personas declararon haber experimentado un empeoramiento de los síntomas asmáticos ya existentes. Esto podría ocurrir por razones diferentes: la sensibilidad a un compuesto particular o a un alérgeno contenido dentro de la planta, contaminantes tales como el tabaco o trazas de fertilizantes de cultivo o, simplemente, cannabis de mala calidad. Cuando se medica con este tipo de cannabis lo que puede ocurrir es que se necesite consumir una cantidad mayor, ésto, a su vez, puede causar irritación debido al mayor nivel de sustancias no-cannabinoides tales como el monóxido de carbono, el cianuro de hidrógeno, y las nitrosaminas.


¿Qué es el asma?


Con el fin de comprender de manera más profunda el posible papel de los cannabinoides en el sistema respiratorio y la forma en que éstos pueden ser eficaces contra el asma, primero es conveniente que analicemos brevemente el asma en sí, para entender a qué se debe y qué procesos del cuerpo son disfuncionales en los que padecen esta dolencia.


El asma es una enfermedad inflamatoria crónica cuya prevalencia ha aumentado rápidamente en todo el mundo desde la década de los 70, posiblemente debido al aumento del crecimiento de las ciudades y a la tendencia hacia el monocultivo en la agricultura. Los síntomas incluyen dificultad para respirar, tos, sibilancias y sensación de opresión en el pecho. Los ataques agudos pueden ocurrir después de largos períodos de estabilidad en muchos pacientes, y pueden llegar a ser mortales sino se administra inmediatamente un tratamiento broncodilatador (como por ejemplo un nebulizador).


Factores ambientales y genéticos


Se piensa que el asma está causado por una combinación de factores genéticos y medioambientales. Se cree que los desencadenantes ambientales incluyen contaminantes, alérgenos como los ácaros del polvo o moho, fumar tabaco y la exposición a sustancias potencialmente nocivas como el formaldehído o ftalatos encontrados en el PVC. El asma, generalmente, se desarrolla en la infancia y los casos diagnosticados después de los dieciséis años se presentan a menudo en respuesta a factores ambientales u ocupacionales.


Se ha demostrado que el asma tiene un fuerte componente hereditario y en varios estudios se han aislado genes o grupos de genes que se cree que son importantes. Se han vinculado 25 genes con el asma, muchos de los cuales están relacionados con la respuesta inmunológica, en particular con la regulación de la inflamación.


En el ejemplo siguiente se pone de relieve la compleja naturaleza de la relación entre la genética y el medio ambiente: una variante de un conocido gen asociado con el asma es el polimorfismo de nucleótido simple encontrado en el gen CD14, sin embargo, esta variante solo produce asma cuando se combina con la exposición a una endotoxina como el tabaco o la caspa animal.


La importancia del cambio epigenético


Se cree que, junto con las variantes que afectan a los genes codificados en el ADN, como el CD14 (que se encuentra en el cromosoma 5), el cambio epigenético puede ser un factor importante detrás del aumento de la prevalencia mundial de esta enfermedad. La epigenética se refiere a los cambios hereditarios en la expresión génica o fenotipo celular humano, es decir, aquellos causados ​​por mecanismos distintos de los cambios en la secuencia del ADN en sí misma.


Se ha demostrado que los mecanismos epigenéticos ejercen influencia en la diferenciación de células T; Es posible que los cambios heredados para tales células sean decisivos para el desarrollo del asma, ya que desempeñan un papel crítico en la respuesta inmunológica. Esto podría explicar por qué el asma ha sido, de forma contradictoria, tan frecuente a lo largo de la historia humana. No es probable que la expresión fenotípica de los cambios en el genoma aparezca y desaparezca con el tiempo, pero los cambios epigenéticos se pueden explicar más facilmente, ya que pueden ocurrir y se repiten en respuesta a los cambios ambientales.


Metilación del ADN


La metilación del ADN (mediante la que una cadena de metilo se une o bien a la base de citosina o a la de adenina del ADN) es un conocido ejemplo de modificación epigenética y se encuentra en la mayoría de las especies eucariotas. La metilación del ADN se produce durante el desarrollo normal de los mamíferos y desempeña un papel trascendental en la determinación de la naturaleza de las nuevas células, su papel en el cuerpo y la expresión de los genes contenidos dentro de ellas. Los factores ambientales extrínsecos, tales como el alcohol, el tabaco o el amianto, pueden conducir a la hipermetilación o a la hipometilación, pudiendo afectar ambas a la capacidad de la célula para dividirse normalmente.


Citocina y la división y diferenciación de las células T


Se piensa que en los seres humanos, la metilación del ADN de genes decisivos para la división y diferenciación de las células T (o linfocitos) puede tanto impedir como conducir directamente al desarrollo de un fenotipo alérgico. Sin embargo, hasta que se investigue más al respecto, nuestra comprensión de este fenómeno seguirá incompleta. El papel de las células T en el asma es ampliamente conocido, pero aún no se comprende del todo. Se cree que la hipersensibilidad de las células T (las cuales desempeñan un papel esencial en la regulación de la inflamación) es en gran medida responsable del desarrollo de la enfermedad.


El papel del sistema endocannabinoide en el asma y en la respuesta inmunológica general suscita gran interés entre los investigadores, sin embargo, todavía queda mucho por hacer a fin de describir con precisión los procesos individuales implicados. Se ha demostrado que tanto el THC como el CBD inhiben la producción de la citocina anti-inflamatoria interleucina 10 en células T in vitro, lo que puede ser sumamente importante en el desarrollo de enfermedades pulmonares inflamatorias como el asma.



Desigual reacción de las personas al cannabis


Ya que algunos individuos han experimentado una evidente reacción alérgica al cannabis, es evidente que la bioquímica que entra en juego varía en las personas. A los asmáticos que deseen experimentar con el cannabis medicinal, se les recomienda hacerse una prueba de punción cutánea para determinar cualquier sensibilidad subyacente. Con el fin de fumar cannabis para aliviar los síntomas del asma de forma segura, puede resultar conveniente optar por variedades de alta potencia, de modo que la cantidad total de sustancia fumada sea menor y se reduzca al mínimo el riesgo de irritación de los pulmones.

                                                                                             posted by Seshata on February 5th 2013

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