La reciente proposición de
Uruguay en la que el gobierno asumirá el control y la regulación de la
importación, plantación, cultivo, cosecha, producción, adquisición,
almacenamiento, comercialización y distribución del cannabis y sus derivados.
Reabre el debate sobre la conveniencia de liberalizar el mercado de Cannabis.
En Euskadi se pretende que
esta función la realicen los Clubs Cannábicos, que en la actualidad se
encuentran en un limbo legal que no les permite ni la producción ni la
distribución de la sustancia. En este sentido el Parlamento Vasco quiere dar un
paso adelante con la regulación de los clubes cannábicos.
“Uruguay no es una
referencia” para los consumidores vascos, expresa Iker Val, presidente de la
Federación Vasca de Cannabis, Eusfac. Iker puntualiza que “Nosotros
abogamos por un modelo que respete los derechos de los consumidores mayores de
edad, porque las políticas actuales no funcionan”, en Eusfac no hablamos “de
legalización, sino de buscar mecanismos de defensa para los usuarios”. “Hay un
comercio ilícito de más de cuarenta años y muchos grupos están esperando para
entrar, pero no es el modelo que queremos”. En contraposición a esta propuesta,
el presidente de Eusfac aboga porque Euskadi construya “su propio modelo”.
“Nosotros mismos somos nuestra referencia. De hecho, durante la última década
hemos sido referencia para otras comunidades autónomas”.
Lo que, en su opinión, no
tiene duda es que es precisa una regulación, ya que “en la medida en que el
mercado no está regulado, una persona puede ser perseguida por consumir cuando
en realidad el consumo no está penado”. “El cannabis genera más problemas por
las políticas que se le asocian que por la sustancia en sí”. Además de la
vertiente social, la distribución de cannabis tendría una importante vertiente
económica.
Según los últimos
datos disponibles, los ciudadanos del Estado español gastan anualmente 1.163
millones de euros en la compra de marihuana. De aplicarse el IVA del 21% a
estas transacciones la Administración española ingresaría una cantidad superior
a los 200 millones de euros cada año. Además, los expertos calculan que el
cultivo y mantenimiento de las asociaciones cannábicas implicaría la creación
de más de 38.000 puestos de trabajo, lo que redundaría en el ingreso de 400
millones de euros más en concepto de Seguridad Social e IRPF.
Aunque las cifras resultan
muy llamativas, no debemos olvidar que la ONU ha trasmitido que no aprueba la
propuesta de Uruguay y que la principal intención de los clubs Cannábicos es la
Protección del Usuario y el derecho al autocultivo de una sustancia que oculta
durante más de cincuenta años se abre paso gracias a la presión social
que en estos últimos años se ha llevado a nivel Mundial. Ahora es el momento
de decidir quien, como y donde, tiene acceso a esta sustancia.
Noticia: http://www.marihuanasemillas.com/clubs-cannabicos-vascos-disienten-del-modelo-uruguayo-y-abogan-por-regular-el-autoconsumo/
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