divendres, 15 de juny del 2012

Tráfico declara la guerra a las drogas al volante

Tráfico ha decidido adoptar una política de "tolerancia cero" con aquellos que consuman drogas y luego se pongan al volante. Lo ha anunciado el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, en un acto en el que ha dado a conocer la estrategia que abordará Tráfico a partir de las próximas semanas.

  • El objetivo de esta nueva campaña es reducir los accidentes en carretera provocados por el consumo de sustancias estupefacientes y para ello, se impulsará un programa similar a los controles de alcohol que realiza la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil.
Estos se generalizarán para crear una mayor conciencia sobre los efectos de las drogas, ya que afectan a las capacidades del conductor incrementando entre 2 y 7 veces la probabilidad de provocar o sufrir un accidente. En concreto, el consumo de cannabis, cocaína, éxtasis, anfetaminas y opiáceos provocan dificultad en la coordinación, distorsión de la atención, pérdida de tiempo de reacción, somnolencia, agresividad en la conducción, pérdida de control y velocidad excesiva.
Aparte de que España, según desveló Fernández, es uno de los primeros países consumidores de cocaína y de cannabis del mundo, con el 4% y 10% respectivamente de prevalencia entre la población en general.

De esta manera, los controles se llevarán a cabo cualquier día, en cualquier lugar y a cualquier hora. Es decir, sin un motivo aparente y en contra de lo que viene siendo habitual hasta ahora, cuando se realizan en caso de accidente o se ponen en zonas y horas 'calientes': cerca de lugares de ocio, de noche, en fechas señaladas como las próximas a la Navidad...
La idea es que, a partir del 9 de julio, comiencen a realizarse los primeros de una campaña que supondrá la realización de "miles de pruebas" ya que los agentes podrán parar a los conductores de manera generalizada para realizar este tipo de controles. Primero se les someterá a una prueba de alcoholemia y, en el caso de que den negativo, pasarán el test de recogida de saliva para valorar si han consumido drogas.
Si este primer test resulta negativo, podrán continuar su viaje pero, si da positivo, no, y deberá someterse a otro que será enviado a un laboratorio, donde finalmente se certificará el positivo y del que saldrá la sanción administrativa. Adicionalmente, si los agentes que realizan la prueba determinan que el conductor presenta sintomatología evidente de conducir drogado, podrá ser sancionado por el Código Penal.

En este sentido, Tráfico parece haber tomado nota del estudio Druid, realizado en 2008 y 2009 y coordinado por la Comisión Europea. Esta investigación, que concluyó que un 12% de los conductores sometidos a la prueba daba positivo por drogas, se realizó sobre 3.500 usuarios en lugares y horas escogidos aleatoriamente.

Multa de 500 euros y seis puntos menos

Fernández Díaz ya anunció, a finales del mes de marzo, que la DGT estructuraría un programa de detección de conducción bajo los efectos de la droga análogo a los controles de alcoholemia.
Lo hizo en su primera comparecencia en el cargo en la Comisión de Seguridad Vial y Movilidad Sostenible del Congreso, en la insistió en que el Ejecutivo iba a mantener "tolerancia cero en drogas al volante". Entonces, reveló que sobre 6,3 millones pruebas de alcoholemia en 2011, sólo hubo un 1,79% de positivos, mientras que de drogas solo se realizaron 705 controles, pero con un 51,21% de 'cazados'.
En la actualidad, dar positivo en un control de drogas (o negarse a hacerlo) implican una sanción económica de 500 euros y la pérdida de seis puntos del carné. No obstante, si los agentes valoran que la alteración del comportamiento provocada por la ingesta es muy peligrosa, puede terminar en un proceso penal.



Noticia:  http://www.elmundo.es/elmundomotor/2012/06/14/conductores/1339673616.html

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada