Pese a que este verano ha sido el que menos Muertes ha dejado en la carretera desde que la Dirección General de Tráfico comenzó a contabilizarlas, no todos los datos que se extraen del balance de siniestralidad del verano 2012 son positivos.
Los
resultados de la campaña de control de drogas que lanzó la DGT a
principios de verano para generalizar este tipo de controles preventivos
arrojan datos preocupantes. De las 425 pruebas que se han llevado a
cabo entre el 1 de julio y el 26 de agosto, 263 dieron positivas, lo que
supone que seis de cada diez conductores estaba bajo los efectos de alguna sustancia psicoactiva.
Cabe apuntar que los controles se realizaron a conductores de forma
aleatoria, y no porque presentaran algún síntoma evidente o estuvieran
implicados en algún accidente.
El cannabis y la cocaína son los dos tipos de drogas más comunes detectadas entre los conductores, seguidas de los opioides, metanfetamina y anfetaminas.
La directora general de Tráfico, María Seguí,
indicó que fue precisamente la preocupación ante el elevado número de
personas que conduce tras haber consumido alguna droga lo que llevó a la
DGT a realizar estos controles generalizados. «Sabemos que son muchos,
que la cifra es muy alta, y por ello tenemos este programa», apuntó.
El
objetivo de la DGT es crear una mayor conciencia entre los conductores
de que conducir tras el consumo y bajo los efectos de las drogas no sólo
afecta a las capacidades del conductor, sino que incrementa entre 2 y 7 veces la probabilidad de provocar o sufrir un accidente de tráfico respecto a quienes no consumen ninguna sustancia.
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