Droga de tráfico ilícito
La marihuana está de moda. Lo corrobora la proliferación del autocultivo
interior y exterior, la explosión de clubes sociales de cannabis en toda la
provincia, el lucrativo negocio de los grow-shop (tiendas legales donde
se vende todo lo necesario para autogestionar una cosecha), el destacable gasto
anual de los consumidores y, sobre todo, la creciente presión de la Guardia
Civil sobre los cultivadores, que ha arrojado un balance de treinta detenidos
en el último año y medio y más de 500.000 gramos de marihuana aprehendida,
cifras récord a las que se sumarán las de la campaña que ya se ha puesto en
marcha en los últimos días.
Varias unidades del Instituto Armado en la comandancia de León persiguen el
cultivo con paso firme. Durante el 2011 y los ocho meses del 2012 abrieron 26
operaciones para la investigación de delitos contra la salud pública vinculados
al cultivo de marihuana. Pero estos datos facilitados por la Subdelegación del
Gobierno en León se dispararán en cuestión de días. Los agentes han esperado a
que avance el ciclo de maduración de las plantaciones para activar una
operación a gran escala contra este tipo de «ilícitos penales», como
técnicamente lo califica la citada fuente.
Es el momento
Se trata del mayor dispositivo de todo el año y en el que se produce un
mayor número de aprehensiones y detenciones. Ya ha comenzado y, principalmente,
se desarrollará de aquí a finales de septiembre, puesto que la concentración
del principio activo de la marihuana (THC) es ahora más alto y, en
consecuencia, las diligencias que llevarán ante el juez serán más contundentes.
Y, desde luego, no dan palos de ciego. Durante los últimos meses, agentes de la
Benemérita han identificado y controlado plantaciones con todos los medios que
tienen a su alcance, tanto por vía aérea como terrestre. A partir de ahora
procederán a las intervenciones, cuyo resultado final podría superar los
446.203 gramos incautados el pasado año. Sin contar las dos últimas operaciones
llevadas a cabo en Ponferrada y Carbajal, durante el 2012 la Guardia Civil se
apoderó de 551.133 gramos de plantas. Fuentes consultadas calculan que estas
cantidades pueden equivaler al 1% o 2% de lo que se cultiva realmente en la
provincia.
Pero la realidad jurídica y social empieza a tomar otro camino. La
marihuana, el hachís, la grifa o el aceite de hachís han sido siempre
sustancias calificadas como drogas blandas por el Tribunal Supremo, alta
institución a la que se está recurriendo constantemente para que resuelva la
indefinición legal en determinados aspectos, por ejemplo el cultivo. Según la
jurisprudencia, resulta indiscutible la consideración del cannabis y todos sus
derivados como «drogas de tráfico ilícito». Pero poco más porque el derecho
penal español, a pesar de considerar ilegal el consumo de drogas —por eso puede
ser sancionado con multas—, no lo considera un delito. Tampoco es delito la
tenencia de marihuana destinada al autoconsumo de su poseedor y sin ánimo de
transmisión a otras personas. Además, el artículo 368 del Código Penal sanciona
a quienes ejecuten actos de «cultivo, elaboración o tráfico o favorezcan el
consumo ilegal de drogas». El castigo supone condenas de uno a tres años de
prisión, pero las circunstancias atenuantes y eximentes que aplican los jueces
por tratarse de consumidores habituales suponen una despenalización en la práctica.

Carlos, abogado, es especialista en clientes denunciados o detenidos por
cultivar marihuana. Ha manejado decenas de diligencias en León y Zamora. Entre
ellas, varias de clientes a quienes se decomisaron 50 o 60 kilos de marihuana y
se demostró que era para autoconsumo. Asegura que, bien asesorado, un
cultivador de marihuana puede que ni siquiera tenga que ir a declarar ante la
Guardia Civil. La estrategia de su defensa consiste, por un lado, en buscar un
perito —suele ser un ingeniero forestal— para que rebaje la cantidad de
marihuana aprehendida por la Guardia Civil. «Se demuestra que la raíz, el tallo
y las hojas no se fuman, que sólo se consume la flor y que se hace cuando está
seca, no húmeda, por lo que la cantidad que asignan las diligencias desciende
un 70% directamente; si, además, las plantas no han florado, se le resta otro
50% porque no se sabe si son hembras o machos (estos no concentran THC)»,
explica el letrado.
Asimismo, en este tipo de actuaciones se intenta demostrar que las plantas son
para consumo propio y que ciertamente se consume toda la cosecha a lo largo del
año, porque la inmensa mayoría de estas plantaciones «son para autoconsumo»,
indicó el abogado zamorano. Constata un fenómeno que se ha empezado a extender
en los últimos tres o cuatro años, como es la exigencia de pruebas forenses que
constaten que el denunciado es consumidor habitual, algo que se consigue con el
análisis de un simple cabello. Por su experiencia, asegura que el número de
sentencias se ha disparado en los últimos años, algo que constata el creciente
fenómeno del autocultivo en la provincia.
Para muestra, un botón. El negocio de los grow-shop está resultando
extraordinario. La capital leonesa tiene cuatro tiendas donde se puede adquirir
todo lo necesario para poner en marcha un cultivo de marihuana (semillas,
sustratos, abonos...), una cifra que porcentualmente está muy por encima de las
de otras ciudades de su población. Benito es propietario de Hierbaloca, el
primer grow-shop de la ciudad. Abrió el 21 de abril del 2001. La segunda
tienda vino en el 2010. «¿En qué punto estamos? Cultivar se puede siempre que
sea para autoconsumo».
No es raro que en ese contexto que explica prolifere el
autocultivo. «Cada vez hay más gente porque, además, la calidad que se consigue
en una plantación propia es muy superior a lo que hay en el mercado, así que
también es una cuestión de salud». Benito admite que, al principio, cuando puso
su primer escaparate en el centro de la ciudad hubo reticencias, sobre todo
entre sus allegados, pero a la vista está que los ajenos han avalado un éxito
empresarial que ya es una fuente de recursos para emprendedores de León (4),
Astorga (1), La Bañeza (1) y Ponferrada (1), donde hay registradas tiendas de
este tipo.
El dato no es baladí. Las asociaciones cannábicas de autoconsumo —en el
Registro de la Junta figuran tres leonesas— calculan que el 2% de la población
de entre 15 y 64 años de edad consume cannabis diariamente, con una media
mensual de gasto de cien euros, mientras que otro 7,6% de la población de la
misma franja de edad es consumidor habitual, con un gasto mensual de 13 euros
al mes. Los consumidores leoneses gastan al año 11,48 millones de euros
comprando esta sustancia. Estas entidades defienden que si toda la marihuana se
adquiriera en sus locales, donde tributa el IVA, reportaría al Estado
aproximadamente la cantidad de 1,74 millones de euros. La mayor parte de este
dinero forma parte de la economía negra, muchas veces en manos de mafias de
narcotraficantes.
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