Informe Jalisco "Más allá de la guerra de las drogas"
El cálculo del número de consumidores a nivel mundial no es fácil porque no
en todos los países existe información confiable, pero la estimación va de 153
a 300 millones de personas. Suponiendo que se trate de la cifra más alta esto
representa 6.6 por ciento de la población mundial entre los 15 y los 64 años de
edad. El problema grave de consumo es de los países ricos: entre Estados Unidos
y Europa, que son 15 por ciento de la población mundial, se meten 70 por ciento
de la cocaína. Esto es, si quitamos a Estadios Unidos y a Europa de la
estadística mundial el problema del consumo en el mundo estará en menos de 3
por ciento de la población.
El valor del mercado global de las drogas podría estar alrededor de los 400
mil millones de dólares, cifra similar al Producto Interno Bruto de Venezuela,
de los cuales poco más de una tercera parte corresponde a la marihuana. La
mayor parte del valor agregado de las drogas se queda en los países
consumidores y muy poco en los productores o distribuidores.
La marihuana en México, que es país productor, cuesta menos de cien mil
dólares la tonelada. En Estados Unidos, que cada vez produce más, pero sigue
siendo deficitario, llega a 2 millones de dólares, es decir se multiplica por
20 (se estima que Estados unidos consume poco más de 4 mil toneladas de hierba
al año, o lo que es lo mismo 24 mil millones de cigarros). La cocaína, que no
se produce en México, pero que se distribuye desde acá, cuesta en en país 12.5
millones de dólares por tonelada en el país; en Estados Unidos llega a 28.5
millones de dólares los mil kilos.
De acuerdo con una encuesta levantada por consulta Mitofsky encargada
especialmente para este libro los mexicanos somos poco adeptos a la idea de la
despenalización de las drogas. La marihuana que es la menos mal vista de las
drogas prohibidas, tiene a penas 18.5 por ciento de voluntades a favor de la
despenalización. El resto de las drogas (alucinógenos, cocaína, 'tachas',
psicotrópicos y solventes) no llegan a cuatro por ciento de personas que
consideran su despenalización.
La mejor forma de desmitificar el mundo de las drogas y comenzar un proceso
serio que nos permita tener una mirada distinta al problema, y por tanto
aspirara a soluciones distintas, es abriendo el debate. Hay que mantener el
combate al crimen organizado, pero sobre todo hay que cortarle los flujos a
esos grupos y eso sólo se logra legalizando. Entre más debatamos el tema y más
información circule más rápido llegaremos a encontrar nuevas salidas para este
problema.
En la guerra contra las drogas sigue faltando una estructura local de
responsabilidad y diseño en la toma de decisiones sobre las políticas públicas
relacionadas en el tema, pero también, señalan especialistas dejar de ver el
problema como un asunto de inseguridad, delincuencia, delito y persecución sino
como un mundo social complejo con sus costumbres, adicciones, valores,
convivencia y de salud.
Héctor Aguilar Camín quien señaló que a pesar del combate contra el crimen
organizado no se ha reducido el consumo y tráfico de las drogas. "Las
políticas contra las drogas no puede seguir como está, sostenida, al precio que
sea, en la práctica de un consenso prohibicionista cuyos costos son más grandes
que los beneficios".
Alejandro Madrazo, académico e investigador del Centro de Investigación y
Docencia Económica (CIDE), enfocó su análisis en el sistema de procuración de
justicia, señaló que antes del año 2006 había mayor eficacia, sin embargo a
partir de que el Gobierno Federal decide perseguir todos los delitos, el
sistema "empeora".
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada