Woody Harrelson: Si no fuera un crimen, no habría criminales. No habría cárteles. Dependería de cada individuo

Woody Harrelson opina… Abiertamente defensor de la cannabis, nos dice que la guerra contra las drogas, sencillamente, no funciona.

Como el borracho de Haymitch en Los juegos del hambre, Woody Harrelson se dedica a despotricar sobre la opresión del Gobierno en la vida real, se enardece igual al hablar sobre la legalización de la droga. 

Como activista veterano ha sido arrestado por plantar semillas de cannabis, es asesor de la Junta Directiva de la Organización Nacional para la Reforma de las Leyes de Marihuana (NORML) y cantó con Ziggy Marley una canción a favor de la cannabis. Además, participó en el documental How to make money selling drugs, estrenado este otoño.

1 ¿Qué opina de la legalización de la droga?

Lo que veo es que, en general, el negocio de la guerra es extremadamente rentable. Las mayores industrias de Estados Unidos y de todo el mundo son precisamente las que financian la guerra.

Por eso, cuando se habla de vivir en un país libre, como suelen llamar a Estados Unidos, uno debe invertir en lo que en realidad constituye la libertad. Mi definición sería que uno puede hacer lo que quiera, siempre y cuando no perjudique a los demás ni a sus propiedades. Para mí, en cierto sentido, eso debería ser incuestionable. Puede ser nefasto golpearme la cabeza con un martillo, pero estoy en mi derecho de hacerlo.

En realidad el Gobierno no siempre nos cuida, ¿sabes a lo que me refiero? Están sacando beneficio de cualquier manera posible, y una de ellas es declarándole la guerra a las drogas no corporativas.

2.- En Los Ángeles, los lugares que abastecen marihuana son legales, pero la policía es estricta con quienes no disponen de una prescripción

Típico: ¿qué espera del Gobierno? Pues un mayor control. Ahora las farmacéuticas (del Gobierno) se benefician de ello, por esto no veo la razón para que los repriman.

3.-   ¿Cree que están tratando de revertir algunos de los avances?

Naturalmente. Si no fuera un crimen, no habría criminales. No habría cárteles. Dependería de cada individuo. De cualquier forma, mi versión de la libertad es que hago lo que quiero. No es que me importen nada las leyes. Quiero decir, siempre y cuando no haga daño a nadie.