Actualmente, se estima que hay en Cataluña unos 300 clubes y asociaciones de cannabi
En los últimos años en Cataluña han
proliferado los llamados Clubes Sociales de Cannabis, que han
desarrollado varios modelos organizativos para la gestión de la
provisión, la posesión y el consumo de cannabis, basándose en el
criterio del modelo de consumo compartido. Actualmente, se estima que
hay en Cataluña unos 300 clubes y asociaciones de este tipo.
El Departamento de Salud, sensible a
esta problemática, está trabajando en diferentes frentes para analizar y
proponer medidas de mejora en relación con la práctica de estos clubes.
En primer lugar, ante la Comisión de
Política de Salud del Parlamento de Cataluña, presentando la situación
de partida y solicitando el apoyo para trabajar en una propuesta de
regulación de buenas prácticas (23 de mayo de 2012).
En segundo lugar, se creó una comisión
(liderada por la Subdirección General de Drogodependencias de la Agencia
de Salud Pública de Cataluña e integrada por la Dirección General de la
Policía, la Dirección General de Derecho y Entidades Jurídicas, la
Dirección General de Administración Local (actualmente Secretaría) y la
Fiscalía Superior de Cataluña.
Y , en tercer lugar, abrió un diálogo
organizado con el sector, liderado por las dos federaciones más
representativas , la CATFAC ( Federación de Usuarios de Cannabis de
Cataluña ) y la FEDCAC (Federación de asociaciones cannábicas
autorregulada de Cataluña ), participando también en el Foro al que
asistieron la mayoría de organizaciones de consumidores.
El objetivo del Departamento de Salud ha
sido y es encontrar el máximo consenso para regular una dinámica que en
los últimos años ha proliferado sin ninguna ordenación.
Desde una perspectiva de salud pública, la regulación de las buenas prácticas sobre el consumo:
• Permite
conocer mejor la realidad del fenómeno (número de consumidores, de
clubes, modos de consumo, prácticas de riesgo) para intervenir con mayor
eficacia.
• Permite
acceder a la población usuaria de drogas para establecer métodos de
detección precoz, prevención de riesgos y reducción de daños.
• Evita el contacto del consumidor con el mercado negro y otras drogas ilícitas.
• Posibilita conocer la composición, la potencia, la adulteración de la planta y sus derivados.
• Involucra
los usuarios y generadores de la "cultura del cannabis " en la
elaboración de propuestas factibles de reducción de riesgos y de daños.
• Posibilita el establecimiento de un modelo restrictivo de clubes (entre otras variables clave):
- Determinando las edades mínimas para asociarse.
- Limitando el número máximo de socios.
- Estableciendo potenciales limitaciones de las cantidades máximas de consumo.
- Fijando potenciales limitaciones de las cantidades máximas de cultivo.
- Definiendo horarios y condiciones de salubridad de los locales.
- Evitando actividades de promoción.
- Interviniendo con prácticas preventivas de reducción de riesgos y de daños.
La no regulación puede comportar:
• El aumento del número de clubes y socios.
• La progresión al modelo de clubes " comerciales".
• Dificultades de incorporación de mensajes preventivos de reducción de riesgos y daños a la población consumidora.
• El desconocimiento sobre la composición, la potencia de la planta y de sus derivados.
• El desconocimiento de las prácticas de riesgo de los consumidores.
Fruto del trabajo de estos años, el
Departamento quiere compartir una propuesta que sea consensuada con
todos los partidos políticos del arco parlamentario. Con este objetivo,
el consejero de Salud convocará próximamente una reunión con los
diferentes representantes para analizarla.
Las políticas sanitarias sobre drogas
europeas avanzan hacia políticas de salud pública que priorizan la salud
de los consumidores y el trabajo sobre los riesgos siguiendo un modelo
similar al que se desarrolló en los años ochenta y noventa con el
consumo de heroína.
Info: http://www.fac.cc/index.php?option=com_content&view=article&id=242%3Aboi&catid=2%3Anoticias
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