dimarts, 3 de setembre del 2013

El futuro de las malas hierbas en todo el mundo



En algún momento los países tomaran una visión crítica de sus leyes  contra las Drogas, una guerra que en la actualidad cuesta grandes sumas de dinero sin obtener resultados. Algunos países están en la cabeza del cambio de paradigma, otros continúan con la prohibición sin querer comprender ni tratar el tema.
La prohibición del Cannabis tiene  varios problemas graves, cuatro de los principales argumentos utilizados para la prohibición, son los mismos que revierten el problema a la legalización.

a) La prohibición no reduce el consumo
b) Los usuarios para atender las necesidades tiene que recurrir al mercado negro que alimenta a con su flujo de efectivo, libre de impuestos, a la  delincuencia organizada.
c) El cannabis tiene aplicaciones médicas innegables. Los consumidores de cannabis médicos no deben ser perseguidos por el sistema judicial.
d) La prohibición se basa en el supuesto de que el cannabis es más peligroso de lo que realmente es. De hecho, el cannabis es mucho más seguro que el alcohol y el tabaco, que ya son legales.

Un debate que basado en las evidencias Históricas de 50 años de prohibición no deja lugar a dudas que el Prohibicionismo no ha generado ningún beneficio social. Pero qué pasaría si un País aprobara el uso de Cannabis: ¿cómo se puede asegurar que la producción de cannabis no continuara en manos de las bandas Organizadas? La respuesta es simple. Y viene en dos partes.

En primer lugar, permitir el  autocultivo como derecho legal para  producir un número razonable de plantas para su propio uso. 

En segundo lugar, permiten que los Cultivadores formen Cannabis Social Clubs (CSC), donde la asignación colectiva de los miembros se junta para desarrollar cultivos a gran escala donde cada miembro del club tiene una parte convenida de la cosecha.

En Europa, los  Cannabis Social Clubs se han convertido en una alternativa, concretamente en España donde hay alrededor de 300 a 500 clubes y ese número aumenta cada año, han demostrado ser una forma sensata de poner fin al mercado negro, permitiendo a los usuarios disponer de su previsión de consumo en la sede social. El sistema de club social de cannabis se está moviendo gradualmente hacia el norte y se está convirtiendo en una parte firme de la cultura del cannabis en Europa.

América del Sur también está viviendo  un fuerte movimiento hacia la legalización de la maleza y  uno de los países más representativos es Uruguay, países que también se está moviendo hacia un modelo en el que los clubes sociales de cannabis serán una parte dominante de la solución.

 El Gobierno uruguayo llevará un sistema de control estatal de la producción, pero permitirá que los CSC puedan cubrir las de sus miembros privados. Unos clubs que el gobierno permitirá   que se formen con la limitación de 45 miembros. También permitirá a los productores privados cultivar hasta 6 plantas. El Gobierno uruguayo ha dado un gran ejemplo que muchas naciones menos valientes se atreven a seguir. El objetivo es reducir los daños y eliminar las ganancias a las bandas de narcotraficantes.

Debemos recordar que las leyes de drogas en la mayoría de los países no penalizan el Consumo, lo que hace irónico que político, policías y jueces han sido los mejores representantes de los intereses del crimen Organizado, derivando a los consumidores a tener que recurrí a esta bandas para abastecerse de la sustancia. Una Ironía que no será reflejada en los libros de historia, pero que ha marcado los últimos cincuenta años.

Hace una década podría ser peligroso para un político reclamar una reforma de las drogas, pero la  tendencia está cambiando en la dirección opuesta, ahora se reclama a los políticos que no sigan ignorando las evidencias y explicar porque no hacen nada por una reforma en la política de drogas, claramente fracasadas. Por fin existe voluntad de realizar un cambio y buscar la solución o parte de la solución.

Cuando el Cannabis finalmente se legalice en todo el mundo, muchas personas no podrán cultivar c ellos mismos. Aquí es donde los CSC pueden ayudar. Cada club tendrá un jardinero cuya tarea será producir, preparar y distribuir el Cannabis. Obviamente, esperamos que mucha gente disfrutara de la oportunidad de cultivar su propia hierba legal. Pero para muchos otros, esperan que los CSC puedan crear empleo y un espíritu de comunidad para los amantes del cannabis. 

Visto en:  http://www.marihuanasemillas.com/futuro-cannabis-social-clubs/

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